De los países del norte de Europa nos viene la tradición del uso de las fundas nórdicas como ropa de cama.
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Fueron los países nórdicos quienes nos hicieron descubrir la ligereza y suavidad que aporta una funda con un relleno de plumas y que además cumple la función principal que es la de proteger del frío.
Una vez descubierta la posibilidad de complementar la decoración de nuestro hogar con fundas nórdicas, las variedades que surgieron siguen, aún hoy, multiplicándose, desde los materiales usados para fabricar la funda, pasando por los distintos diseños y colores, hasta las diferentes calidades y productos usados para crear el relleno. Esta variedad de combinaciones en la fabricación hace que podamos encontrar fundas nórdicas baratas manteniendo la calidad necesaria para que cumplan las expectativas del cliente, así como fundas nórdicas de diferentes precios adaptadas a las exigencias de cada uno.
Lo que primero nos llama la atención cuando vamos a comprar una funda nórdica es el diseño exterior, buscamos un colorido que combine con los demás elementos de la decoración de nuestro dormitorio como paredes, cortinas, alfombras…y uno de los colores que, sin duda combina siempre con todo, es el blanco. Además el color blanco aporta luz a la estancia, da a la cama un toque de elegancia y frescura.
Otra opción que mantiene la elegancia, luz y pureza que aporta el blanco y que además le añade un toque de distinción es combinar el color blanco con sutiles estampados en colores suaves como pueden ser pequeñas hojas en color beige, pequeños adornos como lazos, corazones… hay infinitas combinaciones.
Si estás buscando una funda nórdica blanca no te olvides de visitar la sección oulet de la tienda online, puedes encontrar productos realmente baratos de calidad excelente o tal vez comprar dos en vez de una.
Un truco para usar tu funda nórdica todo el año es elegir un relleno desmontable, de manera que en épocas de calor podemos usarla con un relleno ligero que la hace confortable sin dar demasiado calor y en épocas de mucho frío con un relleno que nos hace olvidarnos de la temperatura exterior sin abusar de la calefacción.
Viste tu cama de blanco y… a soñar!